lunes, 6 de septiembre de 2010
Mi experiencia en la enseñanza de la lengua
“La lengua se enseña o se desarrolla en la escuela”
Por: Patricia Sánchez Anacleto
La enseñanza de la lengua en la actual Reforma Integral de Educación Básica (RIEB, 2009) implica un gran reto que trasciende las fronteras de la alfabetización en términos lingüísticos y gramaticales. Enseñar ésta área abarca un proceso donde el papel principal de la escuela, es desarrollarla según Cassany (2002) en contextos sociales y prácticos durante su estancia en ella para que el individuo sea capaz de utilizarla para comunicarse de manera efectiva en los distintos ámbitos donde se encuentre inmerso. Coincido ampliamente con él cuando hace referencia a la escritura como un manjar que se cocina lentamente durante horas de intenso trabajo colaborativo y de amplia paciencia.
En el aspecto de la lectura es una comunicación entre el autor y el lector por medio del texto según Margarita Gómez Palacios (1996) que implica momentos de imaginación y conocimiento.
Delia Lerner (2001) engloba ambos conceptualizaciones en prácticas sociales necesarias y considera que dicha tarea es difícil para la escuela, pero no imposible, se requiere de un gran esfuerzo de todos los involucrados en la educación con la finalidad de propiciar las condiciones más idóneas para lograr lectores y escritores competentes.
Al margen de lo anterior, en mi práctica docente procuro ser ejemplo de mis alumnos desarrollando ante todo el placer de leer; esto lo logro al motivarlos para despertar la curiosidad por leer; al platicarles algún libro de la biblioteca del aula, la reacción es automática por leer sin obligación la obra completa.
Otra estrategia que desarrollo con mis alumnos es leer 5 minutos diarios de un libro al inicio de las clases, así la asistencia a la escuela es placentera por escuchar la continuación del relato del día anterior.
En la institución donde trabajo se implementan algunas estrategias para la lectura como: te regalo un cuento (por los alumnos a otros niños), círculos de lectura por padres una vez al mes, entrevistas a los autores de algunos libros, etc. No siempre se cumplen en su esencia por factores externos (actividades extraescolares, suspensiones por asambleas o juntas sindicales, etc.) e internos (disposición de padres y apatía de los docentes a dichas actividades, entre otros.) de los agentes educativos.
En lo referente a la escritura se implementan talleres donde los alumnos escriben libremente sobre algún tema de interés, donde cada alumno brinda apoyo para la redacción de los textos hasta obtener lo deseado. Implica conocimientos, habilidades y actitudes que deben poseer nuestros niños.
Mi papel en el proceso de la enseñanza de la lengua es propiciar las condiciones óptimas para lograr en los alumnos una cultura escrita conformada por los procesos antes mencionados, ser mediadora pedagógica para germinar la voluntad por escribir y leer, involucrarlos en su aprendizaje de manera activa y en contextos sociales como lo especifica Vigotsky (2009) en sus aportaciones con el enfoque socioconstructivista de la RIEB.
La misión no es nada fácil pero debemos unirnos todos en apoyar su desarrollo, porque si lo logramos podremos incorporar a nuestros alumnos al mundo fantástico de la lectura y escritura.
En conclusión , la lengua no se enseña en la escuela, sino se desarrolla mediante procesos complejos, con la finalidad de alcanzar una comunicación efectiva de la persona que aprende con el resto de los individuos.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario