Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma; la función vital es aprender.
Aristóteles
Partiendo del análisis del documento de Xavier Vargas[1] se puede especificar algunos elementos que comparte el enfoque por competencias en la currículo de la RIEB, como es el concepto de aprendizaje visto es de distintas perspectivas que a continuación se enuncian.
El proceso de aprendizaje como función vital del ser humano permite reflexionar a cada docente sobre lo valioso que es para los alumnos éste, por tal razón es muy importante comprender como los niños y jóvenes realizan para aprender.
Así entonces la concepción constructivista describe al aprendizaje como un proceso de interiorización personalizado de nuevos conocimientos a la estructura cognitiva del sujeto que aprende (asimilación) para posteriormente interaccionar con los conocimientos previos ya existentes y lograr una reorganización de esquemas mentales (acomodación) ; con la finalidad de establecer un equilibrio de lo que sabe el individuo y lo nuevo que se incorpora (equilibración) en busca de obtener una mayor adaptación en el contexto donde se desenvuelve .
Éste proceso obliga a mencionar el carácter significativo que debe tener para el alumno, ya que solo aprende lo que percibe como necesario para la sobrevivencia o el desarrollo de sí mismos (aprendizaje significativo).
De lo anterior se desprende la necesidad de que las estrategias por el maestro en el logro del aprendizaje de cada uno de los sujetos deben contemplar las posibilidades y el interés real de ellos para resolver situaciones problemáticas de la realidad de manera concreta (aprendizaje situado).
Situar el aprendizaje en el interés de los alumnos según Habermas considera que tiene que ver con la actitud de controlar la realidad, comprenderla de manera holística para transformarla o emanciparse a través de la acción de ciertas relaciones de poder.
El aprendizaje comprendiendo las posibilidades del alumno conlleva a ubicarlo dentro de la zona de desarrollo próximo según el autor Vigotsky, quien la definió como la distancia que existe entre el nivel de desarrollo real del niño y como puede ser determinante a partir de la resolución independiente de problemas y el nivel más elevado de desarrollo potencial bajo la guía y colaboración del adulto o de los iguales más capacitados (andamiaje).
Al problematizar el proceso de aprendizaje nos permite deslumbrar la forma compleja de desarrollar competencias.
La concepción de competencias hace referencia a la asociación con las ideas de competencia operativa y académica, entendiendo a la primera como a las distintas formas de conocer que tienen un valor de uso en el mercado del trabajo; la segunda como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio- profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de sentido y significado.
En busca de una definición de competencia Pérrenoud concluye al expresar que es la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado en la acción y con éxito para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y lograr objetivos.
Dicha movilización siguiere que se da justo en el momento en que los conocimientos se movilizan para ser puestos en servicio para desarrollar otra competencia; mediante a lo que la autora Ana María Prieto llama conflicto cognitivo.
El aprendizaje en su máxima expresión nos devela la verdadera naturaleza apropiativa de la realidad como un proceso adaptativo mediante el cual, construye el conocimiento de la realidad del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando en todo el momento; la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación quien definió como aprehendizaje.
Por último el aprendizaje no es algo tan trivial como parece a simple vista, porque después del análisis profundo expuesto antes, es todo un proceso que implica mayor profundidad por los expertos. Éste se puede observar y medir dentro del enfoque por competencias; pero se requiere una valoración exhaustiva y detallada sobre los desempeños que debe alcanzar los alumnos.
La medición por competencias es un proceso cualitativo y cuantitativo; hace uso de los instrumentos como los proyectos, listas de cotejo, exposiciones orales, rúbricas, matriz de desempeño, etc. definitivamente no se puede hablar en términos generales y a través de simples preguntas.
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1 VARGAS, Xavier. “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias” ,2005.pp.1-30
1 comentario:
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